A lo que se refieren Gemma Torres y Mª del Carmen Arjona con que el instrumento por excelencia de comunicación es el lenguaje y lo utilizamos para delimitar y transmitir las diferencias existentes en nuestra sociedad por razón de sexo, es totalmente cierto.
Usamos palabras y expresiones muy diferentes cuando nos referimos a los niños o a las niñas. Esto suele darse debido a que los padres no siempre son equitativos con sus hijos/as, porque no exigen lo mismo de una niña que de un niño, aunque les quieran por igual.
A los niños se les estimula para ejercer papeles más activos (deportes) y tienen más juegos de acción y violencia. Mientras que a las niñas se les ofrece papeles más responsables y tranquilos con juegos más imaginativos.
Normalmente escuchamos a los padres decir a los niños que gamberro, bestia o bruto eres; mientras que a las niñas se les dice palabras mucho más sutiles como que mona o dulce eres acompañado de caricias o sonrisas. Esto ocurre debido a que la sociedad nos ha impuesto desde pequeños unas conductas diferentes a los niños y a las niñas y, con el lenguaje, esto se refuerza.
Otros mensajes diferenciadores son por ejemplo: un niño en un partido de fútbol le dicen "juegas como una niña" (refiriéndose a que las niñas no pueden jugar bien a este deporte); "llevar pendientes es de chicas" (es un complemento y no tiene género, cada persona elige si lo quiere llevar o no); "tener el pelo corto es de niños" (cada persona tiene una personalidad distinta y por lo tanto no tiene que seguir el canon de la sociedad sino que es libre de llevar el peinado que quiera); "jugar al fútbol es de chicos y bailar es de chicas" (cualquier niño/niña que se salga de este esquema ya será tachado de marimacho o mariquita); "los coches son de niños y las muñecas de niñas" (cada niño/a tiene su propia identidad y personalidad, si le gusta más una cosa u otra somos nosotros quienes les tenemos que apoyar no corregirles porque no está mal); "lloras como una niña"(como si los niños tuvieran que reprimir sus emociones) o "no llores con lo guapa que eres"(parece que anteponemos la belleza de las niñas antes que sus sentimientos); "a las niñas no se las pega" (hay que educar a nuestros hijos a no utilizar la violencia ni hacia niños ni hacia niñas); y por último pero no menos importante "el azul es de niños y el rosa de niñas" (es el primer mensaje que recibe cualquier niño/a desde que nace y crecerá rodeado de estos colores ropa/habitación. A medida que crecen la presencia de estos colores se hace más destacable y especialmente en la ropa acaba estereotipándose de manera exagerada : a las niñas purpurina, lazos o dibujos de princesas y a los niños estampados oscuros y dibujos de superhéroes). Podría seguir con las expresiones sexistas que reciben los niños/as desde pequeños, pero estas son las que me parecen más significativas.
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