En esta Unidad 2 del MOOC "Educar en Igualdad" se nos pide debatir y contestar a una serie de preguntas relacionado con lo que le sucedió a Mary Beard.
Esta mujer es una académica inglesa especializada en estudios clásicos, catedrática en la Universidad de Cambridge y profesora de literatura antigua de la Royal Academy of Arts.
La investigadora del mundo clásico, que participa en el programa de televisión “Meet the Romans”, recibió cientos de burlas por su aspecto físico pero ella reaccionó de la mejor forma.
La criticaban por su aspecto físico porque tenía una alocada melena blanca y despeinada, unos dientes llamativos por su irregularidad, usaba una vestimenta que le daba un aire bohemio, y se permitía accesorios excéntricos en el calzado o las gafas pero, lo que ha resultado más indignante para algunos, es que muestra un impactante seguridad en su lenguaje corporal.
Un día recibió este insulto “Puta apestosa. Seguro que tu vagina da asco” . En vez de dejarlo pasar, Mary dio con el autor de este tweet que era un joven de 20 años, y después de hablar con él y con su madre, éste se mostro completamente arrepentido. También habló con otro hombre y tras una larga conversación mostró su arrepentimiento. Beard les aseguró a estos y otros hombres que la ofendieron en la web que las palabras duelen, hieren y ofenden a las mujeres más de lo que ellos podrían si quiera imaginar. A partir de esto decidió investigar desde cuándo comenzaron los insultos en contra de las mujeres y nos deja una conclusión significativa: las palabras HIEREN.
Otros insultos hacia su físico fueron: fea, gorda, vieja, puta, maloliente, mal vestida y hacia su comportamiento: mal follada, machorra o desagradable.
A los niños muchas veces se les insulta haciendo referencia a actitudes o comportamientos propios de una mujer, porque saben que hieren sus sentimientos al pensar que se pueden parecer a una mujer al ser débil, cuando ellos son los más fuertes (ejemplos: peleas como una niña, llorar es de niñas).
En cambio, a una niña se le infravalora por el simple hecho de ser mujer y se utilizan insultos referidos a su aspecto físico o a lo que la sociedad contempla como ideal para la mujer (ejemplos: marimacho)
Con el tiempo, los insultos pueden consumir lentamente la autoestima y la víctima ya no se verá a sí misma de manera realista. Dependiendo de la edad puede afectar en mayor o menor grado, pero esto tiene consecuencias muy graves como crear inseguridades, cambios notables en la personalidad y el comportamiento de los afectados. Por ejemplo, si a una niña se le llama regularmente "gorda", puede verse con sobrepeso incluso después de perderlo También puede afectar de manera significativa en la salud mental de la víctima que puede desembocar en tener la sensación de sentirse inútiles, indefensos y fuera de control. Algunas víctimas pueden incluso contemplar la idea de suicidarse.
Los adjetivos insultantes dirigidos a la personalidad causan un efecto devastador en ella y puede producir problemas tanto físico como mentales a largo plazo.
Esta mujer es una académica inglesa especializada en estudios clásicos, catedrática en la Universidad de Cambridge y profesora de literatura antigua de la Royal Academy of Arts.
La investigadora del mundo clásico, que participa en el programa de televisión “Meet the Romans”, recibió cientos de burlas por su aspecto físico pero ella reaccionó de la mejor forma.
La criticaban por su aspecto físico porque tenía una alocada melena blanca y despeinada, unos dientes llamativos por su irregularidad, usaba una vestimenta que le daba un aire bohemio, y se permitía accesorios excéntricos en el calzado o las gafas pero, lo que ha resultado más indignante para algunos, es que muestra un impactante seguridad en su lenguaje corporal.
Un día recibió este insulto “Puta apestosa. Seguro que tu vagina da asco” . En vez de dejarlo pasar, Mary dio con el autor de este tweet que era un joven de 20 años, y después de hablar con él y con su madre, éste se mostro completamente arrepentido. También habló con otro hombre y tras una larga conversación mostró su arrepentimiento. Beard les aseguró a estos y otros hombres que la ofendieron en la web que las palabras duelen, hieren y ofenden a las mujeres más de lo que ellos podrían si quiera imaginar. A partir de esto decidió investigar desde cuándo comenzaron los insultos en contra de las mujeres y nos deja una conclusión significativa: las palabras HIEREN.
Otros insultos hacia su físico fueron: fea, gorda, vieja, puta, maloliente, mal vestida y hacia su comportamiento: mal follada, machorra o desagradable.
A los niños muchas veces se les insulta haciendo referencia a actitudes o comportamientos propios de una mujer, porque saben que hieren sus sentimientos al pensar que se pueden parecer a una mujer al ser débil, cuando ellos son los más fuertes (ejemplos: peleas como una niña, llorar es de niñas).
En cambio, a una niña se le infravalora por el simple hecho de ser mujer y se utilizan insultos referidos a su aspecto físico o a lo que la sociedad contempla como ideal para la mujer (ejemplos: marimacho)
Con el tiempo, los insultos pueden consumir lentamente la autoestima y la víctima ya no se verá a sí misma de manera realista. Dependiendo de la edad puede afectar en mayor o menor grado, pero esto tiene consecuencias muy graves como crear inseguridades, cambios notables en la personalidad y el comportamiento de los afectados. Por ejemplo, si a una niña se le llama regularmente "gorda", puede verse con sobrepeso incluso después de perderlo También puede afectar de manera significativa en la salud mental de la víctima que puede desembocar en tener la sensación de sentirse inútiles, indefensos y fuera de control. Algunas víctimas pueden incluso contemplar la idea de suicidarse.
Como conclusión, hay que reaccionar siempre así ante esta clase de comentarios. Esta mujer ha servido de inspiración a muchas mujeres e incluso se le han dedicado poemas en su honor (Megan Beech, When I Grow Up I want to be Mary B). Hay que aprender a sobrellevar estos insultos, pero si que es verdad que los insultos hacia las mujeres van dirigidos hacia su dignidad, cosa que les resulta mucho más difícil de soportar.
Ante cualquier injusticia NUNCA hay que quedarse en silencio o hacer como si no pasara nada, hay que combatirla.
Esta es mi nube de palabras
Todos estos insultos afectan a la personalidad o al carácter de una niña/o y le infunde sentimientos negativos de si mismo. Podemos observar perfectamente que los insultos hacia las mujeres tienen incluso significados peores que la misma palabra pero dirigida hacia los hombres.Los adjetivos insultantes dirigidos a la personalidad causan un efecto devastador en ella y puede producir problemas tanto físico como mentales a largo plazo.
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